Civilización del Egeo

Término usado para referirse a la edad del bronce que se desarrolló (3.000-1.200 a.C.) en la cuenca del mar Egeo, principalmente en Creta, en las islas Cícladas y en el centro de Grecia. Sus dos culturas principales fueron: La minoica, que floreció en Creta y alcanzó su esplendor a mediados de la edad del bronce (c. 2.000-1.450 a.C.), especialmente en Cnosos y Festos; y la micénica, que se desarrollo a finales de la edad del bronce (c. 1.450-1.100 a.C.) en el centro de Micenas y otros lugares, tales como Tirinto y Pilos.

Zona de influencia de la civilización del Egeo

Los escritores de la antigua Grecia contaban historias de una remota "edad de los héroes", pero no se conoció nada concreto sobre la civilización del Egeo hasta finales del siglo XIX, cuando comenzaron las excavaciones arqueológicas en los yacimientos de las legendarias ciudades de Troya, Micenas, Cnosos, y otros centros de la edad del bronce.

Leyendas griegas

Según la mitología griega, hubo un tiempo en el que tuvieron lugar grandes acontecimientos, en los cuales los dioses mismos se implicaron en los asuntos humanos. La historia del rey Minos y de la muerte del Minotauro en el laberinto a manos del héroe griego Teseo podría ser la interpretación mítica de la lucha por la hegemonía en el mar Egeo, tras la cual Micenas obtuvo el control de Cnosos. El poema épico de Homero La Iliada describe los acontecimientos de la Guerra de Troya, la cual se cree provocó la caída (tradicionalmente en el 1.184 a.C.) de Troya en manos de los griegos, o aqueos, como los llamaba el poeta. Éste también menciona los famosos lugares que se supone son los centros del período micénico, tales como la "Micenas dorada", donde el rey Agamenón reinó; Pilos, donde Néstor fue asesinado, y Ftia en Tesalia, el hogar del héroe Aquiles.

Descubrimientos arqueológicos

Un arqueólogo alemán aficionado, Heinrich Schliemann, fue responsable de algunos de los descubrimientos más famosos del siglo XIX. En 1.870 comenzó a excavar el montículo llamado Hissarlik, en Turquía, y encontró lo que se cree son las ruinas de Troya. En Grecia halló los enclaves de Micenas en 1.876 - 1.878 y Tirinto en 1.884. Descubrimientos de fortificaciones, cerámica, ornamentos y tumbas reales conteniendo oro y otros artículos demostraron la existencia de una civilización muy desarrollada que había florecido desde aproximadamente el 1.500 hasta el 1.200 a.C. El trabajo de Schliemann fue continuado por numerosos arqueólogos en el siglo XX.

En 1.900 el arqueólogo británico sir Arthur Evans descubrió un palacio grande y complejo en Cnosos (Creta), que relacionó con el rey Minos y el laberinto. Evans también descubrió tablillas de arcilla cocida con dos tipos de escritura, que se remontan a la mitad del II milenio a.C., denominadas lineal A y lineal B. Las tablillas lineal B, aproximadamente del 1.200 a.C., también se han encontrado en Pilos, Peloponeso, Grecia y otros lugares de Micenas. Los criptólogos británicos Michael Ventris y John Chadwick, un erudito clásico, probaron que el lineal B es una primera forma del griego, y el lineal A, la lengua de la Creta minoica, aún sin descifrar. El descubrimiento del lineal B en Creta avanza la conclusión de que los micénicos, desde el continente griego, influyeron en los minoicos.

Artefactos encontrados en las islas Cícladas señalan la existencia de una civilización cicládica que tenía conexiones con las continentales y las cretenses. Desde los años treinta de este siglo excavaciones griegas de un asentamiento cicládico en la isla de Thera, también conocida como Santorini, han descubierto frescos y artefactos similares a los de la civilización minoica. Thera aparentemente fue destruida por una gran erupción volcánica aproximadamente en el 1.625 a.C. El desastre podría haber sido la base para los escritos de Platón sobre la desaparición del continente de la Atlántida. Excavaciones más recientes en las islas que rodean Delos datan la cultura cicládica en el IV milenio a.C., cuando los comerciantes en busca de obsidiana (un cristal volcánico) y los pescadores establecieron asentamientos temporales en ella. Aunque no se han encontrado muestras de escritura, la cultura cicládica trabajaba una cerámica característica, joyas e ídolos de mármol, generalmente representando mujeres y frecuentemente de tamaño natural, que originariamente eran pintados lujosamente. Incorrectamente llamados "diosas madre", estos ídolos asociaban al difunto con el poder del mar, que fue el centro de la vida de las Cícladas.

Apunte histórico

Descubrimientos arqueológicos recientes, tales como los de la localidad de Dimini en Tesalia, al norte de Grecia, han proporcionado pruebas materiales de una progresión cultural desde el neolítico hasta la edad del bronce, que comenzó aproximadamente hacia el 3.000 a.C. y de la que se han identificado tres fases: primitiva, media y última.

Bronce primitivo

Sobre el 3.000 a.C. al parecer llegaron nuevos pobladores al Egeo, quizá procedentes de Asia Menor. Usaban el bronce para sus armas y herramientas, introduciendo la edad del bronce en la zona. En el continente los pueblos eran pequeñas unidades independientes, generalmente protegidas por gruesos muros; con el tiempo las construcciones de Creta y de las islas Cícladas se hicieron más complejas. Los enterramientos eran comunales en todo el Egeo, pero las costumbres cambiaron. En el continente, las sepulturas eran fosas comunes, si bien algunas estaban más elaboradas. En las Cícladas, las sepulturas consistían en cámaras cubiertas de piedra (cistas), y en Creta utilizaban tumbas de piedra circulares, osarios rectangulares (depósitos de huesos) y cuevas. En todas estas construcciones había un lugar de ofrendas para el culto, y habitualmente el difunto era enterrado con objetos hermosos.

Bronce medio

Sobre el 2.200-1.800 a.C. otra ola de nuevos pobladores llegó a las islas Cícladas y al continente. Causaron considerables destrucciones, y aproximadamente durante dos siglos se estancó el desarrollo de la cultura, especialmente en el continente. Los invasores introdujeron nuevos tipos de cerámica y el uso del caballo. Formaban parte asimismo de la familia lingüística indo-europea, a la que pertenecen tanto la Grecia moderna como la antigua.

En Creta, impresionantes construcciones, frescos, jarrones y una escritura temprana dan fe de una cultura floreciente en el II milenio a.C., que llegó a ser conocida como minoica. Grandes palacios reales construidos alrededor de amplios patios eran los puntos centrales de estas comunidades. El palacio más importante estaba en Cnosos. Supuestamente destruido por un terremoto o por una invasión extranjera hacia el 1.700 a.C., fue reconstruido a gran escala. Es probable que los minoicos mantuvieran un imperio marítimo, comerciando no sólo con las Cícladas y el continente sino también con Sicilia, con Egipto y con ciudades de la orilla oriental del Mediterráneo.

La religión minoica es representada artísticamente por una sacerdotisa-serpiente, o diosa-serpiente, cuyo culto estaba asociado a la fertilidad y al ciclo lunar y solar. Esta figura de culto había sido una diosa del tipo de las del Próximo Oriente, que probablemente, junto con su consorte moribundo y resucitado, simbolizaban las estaciones.

Bronce último

A la destrucción de los palacios de Creta aproximadamente en el 1.450 a.C. (la de Cnosos tuvo lugar poco después del 1.400 a.C.) le siguió el declive de los minoicos y el posterior desarrollo de Micenas. Algunos eruditos han relacionado este cambio con la erupción volcánica en Thera, pero cálculos recientes sitúan el desastre aproximadamente 200 años antes. El arte de estilo micénico y las tablillas lineal B encontradas en la isla de Creta indican la presencia en ella de pobladores procedentes de la península. En todo caso, las ciudades del continente fuertemente fortificadas se convirtieron en los nuevos centros de la civilización del Egeo. La existencia de jarrones pintados y de escenas representando armas de caza y batallas sugieren que los micenos eran guerreros. Los estilos también son más formales y geométricos que los de las primeras muestras, anticipando el arte de la Grecia clásica.

Una ciudad micénica típica tenía, en el centro, el palacio fortaleza del rey. Las ciudades estaban fortificadas con macizas estructuras de piedra desigual, denominadas muros ciclópeos. Las tablillas lineal B de esta época contienen nombres de dioses griegos, tales como Zeus, y anotaciones detalladas de las posesiones reales. El oro, máscaras, armas y joyas encontrados por Schliemann en los emplazamientos de los enterramientos reales indican la gran riqueza y el poder obtenido por los micénicos cuando conquistaron el imperio mercantil minoico. Troya, que se cree estaba situada en Asia Menor (ahora Turquía) cerca del Helesponto, se hallaba en un buen emplazamiento para hostigar barcos y recaudar exorbitantes peajes de los micénicos. Pruebas arqueológicas indican que en este emplazamiento una ciudad fue destruida aproximadamente en el 1.200 a.C., cerca de la fecha (1.184 a.C.) aceptada por los antiguos griegos.

Poco después del 1.200 a.C. La civilización egea se derrumbó, hecho que algunos eruditos atribuyen a un desastre natural o, más probablemente, a la invasión de los dorios. Siguió un período generalmente mencionado como edad oscura.

Bibliografía:

Autor: Ricardo Santiago Netto. Argentina

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