El arte romano

Dondequiera que existieran pinturas murales, es probable que también hubiera suelos polícromos. Éstos estaban pintados de forma sencilla, a menudo con tonos uniformes, pero en muchos casos se completaron con baldosas de mármol de colores o pequeños paralelepípedos vítreos (teselas) formando mosaicos.

Los mosaicos

En todas las partes del imperio se han encontrado mosaicos romanos. Oscilan desde los modelos abstractos de teselas blancas y negras hasta las ambiciosas composiciones figurativas polícromas, como el gran suelo de la casa del Fauno en Pompeya, que reproduce una pintura griega del siglo IV a.C. (la Batalla de Issos, un encuentro entre los ejércitos de Alejandro Magno y el rey Darío III de Persia). A menudo los techos romanos estuvieron pintados o recubiertos de mosaicos, pero también se decoraron con relieves polícromos de estuco. Se han excavado hermosas bóvedas estucadas en la Casa Farnesina (20 a.C.) y en la tumba de los Pancratii en Roma (160 d.C.).

Las gemas, los camafeos, la metalistería y la cristalería

En la Roma antigua las denominadas artes menores, la metalistería, el tallado de gemas o el soplado y moldeado del vidrio, aunque tuvieron un desarrollo menor, fueron muy apreciadas. Los nombres de los artistas rara vez se hicieron constar, pero conocemos al grabador de los sellos oficiales del emperador Augusto, un artífice llamado Dioscorides. Se conservan un gran número de camafeos y piedras preciosas grabadas en hueco, con retratos y figuras mitológicas, así como algunos grandes camafeos con escenas narrativas y alegóricas. Entre los más importantes están la Gemma Augustea (principios del siglo I d.C.), dedicada a Augusto y el Gran Camafeo de Francia, realizado en honor de Tiberio, sucesor de Augusto.

Los orfebres fueron diestros en la elaboración de joyas de metales preciosos y costosas vajillas. Se han encontrado vajillas de plata romanas en una villa en Boscoreale y en la casa de Menander en Pompeya. Ambos tesoros, enterrados por la erupción del Vesubio, incluyen motivos abstractos, vegetales y figurativos. Los trabajos en miniatura más difundidos del arte romano fueron las monedas acuñadas en oro, plata y cobre. Bajo el Imperio, las monedas mostraban en el lado anverso los retratos de los emperadores y en el reverso representaciones de dioses, de edificios o de relatos mitológicos.

El vidrio romano, a pesar de su fragilidad, se ha conservado en cantidades considerables. La fabricación incluyó las técnicas del vidrio moldeado y del vidrio soplado, además de variantes lujosas como los camafeos de cristal, los mosaicos vítreos (ejemplos del siglo I a.C.), la fondi d'oro (cristal realzado con oro, ejemplos varios del siglo IV d.C.) y la diatreta (vasos torneados), vasijas de cristal de una pieza con figuras talladas en altorrelieve sobre la superficie exterior (vaso Licurgo, siglo IV d.C.).

Influencia

El arte y la arquitectura de Roma marcaron una profunda impronta no sólo en el arte posterior de la edad media sino también en los períodos renacentista y barroco, e incluso en gran parte del arte contemporáneo que muestra algunos rasgos heredados del pasado romano.

Bibliografía:

Autor: Ricardo Santiago Netto. Argentina

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